No lo maten por favor!

Señores de la industria publicitaria y televisiva, a ustedes me dirijo en forma tajante y clara: Por favor, por lo que más quieran, no maten a Nelson Montecino.

Ya tenemos el precedente de cómo estrujaron a Zafrada y, antes de él, a miles de personajes que no comprenden el alto costo que significa la fama, la exposición y los medios. A tipos como Edmundo Varas nadie le dijo que su vida sería un infierno tras el reality, al igual como a tantos otros...


Pero ellos ya no importan tanto porque el daño ya está hecho. Ellos ya pagaron un alto costo y algunos quieren seguir pagándolo mientras que los menos prefieren arrancar lo más lejos posible de todo eso.

Pero lo de Nelson es distinto, principalmente porque el daño aún no está hecho.

Les repito: no lo maten. Devuélvanlo a su lugar. Díganle que se olvide de todo eso de Talento Chileno, Primer Plano, de la sonrisa encantadora de Francisca García Huidobro y de la alta votación telefónica de personas que inocentemente buscaron apoyarlo pero que en realidad lo que hicieron fue demostrar su efecto mediática.

Es un niño. Es la inocencia en cuerpo de montañés que no merece ser violentada por una industria que tiene tanto por dónde sacar su próxima estrella. ¡Que use a uno dispuesto a disfrutar con los cahuines, con el pelambre y la sobrexposición! Hay milllones que están preparados para resisitir ese mundo.

Pero tengo la convicción que Nelson no. Déjenlo con sus ovejas, por favor. Nunca más lo vistan como vikingo y lo suban arriba de un escenario como si de un circo romano se tratase. Hasta aquí no hay maldad ni del canal, la producción ni de nadie, pues era imposible creer que alguien así pudiese toparse con este mundo televisivo.

Hay una probabilidad que Nelson se la pueda, que sea un animal televisivo. Siempre existe esa posibilidad... pero no arriesguemos. Este hombre-Niño representa los últimos vestigios de una parrilla sana y prístina que no sucumbía ante una industria publicitaria que parece no tener límites.

De verdad y por última vez en este microespacio de internet: NO LO MATEN.