22 agosto 2006

La internacionalización del Parque

Por Providencia y entre las calles Antonio Varas y Carlos Antúnez, justo atrás de donde lucen una plaza llamada Juan XXIII, una Iglesia y dos torres de veintitantos pisos, hay un parque. Pero no uno cualquiera, sino El Parque.

¿Vamos al parque? ¿Nos juntamos en el parque? ¡Voy a estar en el parque! Estas eran frases típicas entre los 14 y los 17 años, especialmente en vacaciones, donde "la cancha" y "el gimnasio" eran los lugares complementarios a los verdes pastos por donde pasábamos con mis amigos tardes enteras. Y noches enteras. Y todos los días del mes.

Las caras eran siempre las mismas. Una patota de veinte, entre hombres y mujeres, nos juntábamos a mil cosas diferentes: Tocar guitarra, jugar a la pelota, preparar una fiesta en el departamento de alguno de nosotros, sentarse, tomar vino en caja, pololear, pelear a combos y todo lo que se hace a esa edad.

Era un grupo cerrado, todos nos conocíamos, pero cuando alguien se integraba lo hacía para siempre. Fue así como llegaron tres personajes que hasta el día de hoy recuerdo con agrado. El primero era "el gringo". Christopher, se llama (estuvo por Santiago hace exactamente siete meses y sigue igual), un norteamericano típico (rubio, arrasaba con las minas, medio gil) que no tuvo problemas en integrarse junto a su hermana, Lisa, al grupo del Parque. ¡Qué huevón más simpático! A pesar de verlo hace poco, siempre me acuerdo que un día nos despedimos como siempre a eso de la medianoche y 24 horas después estaba en un avión a Seattle, del que no volvería hasta en más de 15 años.

El segundo personaje estoy seguro que debe ser el más olvidado por todos los amigotes que lo conocimos. "El Español". ¿Joaquín se llamaba? No estoy seguro, pero puede ser, pues no sé si existe un nombre más español que ese: Joaquín. Bueno, como sea, el tipo tuvo una integración más dificultosa, pues estábamos más grandes y el era más pequeño. Lo hicimos fumar, tomar y pelear hasta que el tipo se aburrió y un buen día desapareció para siempre jamás. ¿Por qué me acuerdo de él? Un día me dijo que se quería quedar en Chile, pero eso era imposible pues su papá era de España y su madre volvería a estar con él tras seis meses de separación. Y me dio pena no poder ayudarlo a cumplir su deseo. De alguna forma no verbal me expresó que no quería... NO QUERÍA volver a España... Nunca supe por qué, pero se fue y nada hice al respecto.

La última persona es una mujer, una niña que se robó el corazón de todos, el mío, el de mi mejor amigo de entonces, el de mi enemigo público declarado, de todos... Pamela venía de Ecuador con su hermano y su mamá por un tiempo indefinido. Tan indefinido que sigue acá en chilito. Nos contactamos hace 16 meses por una ex polola que se la encontró y nos juntamos a conversar y recordar viejas historias de ese Parque que abrió este posteo.

Si bien todos los amigotes la conocimos al mismo tiempo, tuve la suerte de compartir más con ella gracias a mi lado Nerd. Jajajaja, es una estupidez esto que voy a contar, pero... Ocurre que Pamela venía con pésima base en matemáticas y yo, era el perfecto imbécil que sacaba la suma de 18958762,2 más 1599563,7 en tres segundos y sin calculadora. Entonces la madre me ofreció hacerle clases por un billetito. ¡La suerte! Me iba con platita y podía estar solo con ella unos 60 minutos. Ni idea si le enseñaba o si aprendía matemáticas la niña... lo importante es que estaba con ella, tomaba tecito, tanteaba terreno... ¡Qué boludo, Dios mío! Pero a pesar de todo, en algún momento le gusté y no se atrevió a decírmelo.

Esa es Pamela. Sigue igual pero diferente. Si la veo en la calle la hubiese reconocido a kilómetros, a pesar de que muchas cosas de ella ya no están. No viene al caso explicar cuáles, pues seguro son las cosas que con ojos de "pendejo" me hacían estar enamorado de ella. ¿Mejor o peor? No viene al caso comentarlas tampoco, a ella ya se lo dije personalmente. Lo importante es que aún es pronto para habla de mi "amiga" y mucho menos de algo más. Sólo se que estoy conociendo a una persona que se parece mucho a la Pame tímida, tierna, Wally (talla entre ambos), despistada del Parque. Una mujer con mil vivencias y otras mil por vivir. Al menos me he preocupado de cambiar las matemáticas por unas copas de vino y de dejarme sorprender con sus viajes, sus extrañas historias y sus sueños independentistas.

01 agosto 2006

Agite y sirva

Ufff!!!!

Ayer terminé mi último examen de Teatro (tuve que disfrazarme de pájaro tipo Tutu Tutu después de la bomba atómica, VER FOTO) y quedé exhausto. Literalmente reventado. Sumemos: Hace tres semanas estaba tomando exámenes como profe de la UNAB y entregando notas... hace dos semanas levantando un Plan de Contingencia en DiarioPyme para mejorar los resultados comerciales que no han mejorado como esperábamos... y hace una semana estaba a full tratando de pasar los seis ramos de Teatro (lo logré...) del primer semestre.

Ayer lunes fue el último esfuerzo para el ramo de vocal. Actué mal, la historia era mala, la profe era mala, el grupo era malo y hasta el día estaba más helado que la chachu... pero filo. Era el último y con la felicidad de salir de "vacaciones" (un concepto que debo meditar qué significado tiene para mí), le di pa´delante no más.

Con el vuelito estoy escribiendo. Parte el mes de los gatos y tengo que cargar pilas o me voy a echar las ocho vidas en estas cuatro semanas de arduo trabajo por todos lados. Para donde mire hay obligaciones.

Pero filo. ¡FILO!

Tengo el alma más feliz que la cresta. Disfruto los almuerzos con mi vieja o mis cumpas de trabajo, las salidas con la lola, las conversas con los amigos y todo lo que hago. No me queda tiempo para nada porque hago de todo. Lo que quiero y lo que debo hacer, no sólo las obligaciones. Y mientras pueda, démosle.

Me vendría re bien una ayudita divina para ganarme unos pasajes al lugar que sea para descansar un rato, así que me voy a pegar unas rezaditas a ver si resulta... Mientras, fotos de mis agitados y bien servidos últimos días de existencia.

Uno de los dos cursos de la UNAB, ayudante Guajars incluído...