07 julio 2019

Mirar atrás

Retroceder dos pasos para avanzar tres. Mirar tras los hombros y darte cuenta del avance no basta, no sirve, es una trampa. Si has hecho lo que te gusta ¿cómo negarte a vivirlo o sentirlo de nuevo? Se siente miedo cuando allá en el pasado hay cosas que nunca fueron tus decisiones. Pero si todo está en orden, ¿a qué se le puede temer? A una cosa: darte cuenta que avanzaste pero no en la dirección correcta.
Igualmente es bueno, quizá puedas recuperar el camino correcto, enmendar el rumbo o simplemente intentar un nuevo sendero. Crearlo si es necesario.