En política, puedo decir que hacen falta políticos de raza, profesionales del servicio público. Excepto Arrate, que no es de mi gusto, ninguno de los tres es un político de verdad, de esos que priorizan su trabajo por los chilenos por sobre los intereses de sus empresas. Lo que tenemos hoy es como la mayoría de los profesores universitarios, que hacen clases como un "bonus track", en el tiempo que les sobra tras la labor en sus empresas como dueños o empleados, y no son su prioridad. Con tantos desempleados, me parece que deberíamos emplear a personas en la política en vez de darle pega a los que ya tienen una, dos y hasta diez.
En lo laboral, puedo decir que no soy feliz haciendo lo que hago, pero me hace feliz saberlo. Que culpo a dos desgraciados por tanta piedra en el camino que al final me agota, pero que el principal culpable de todo soy yo y mi falta de caracter.
En lo familiar, puedo contar que Sebastián está cada vez más grande, con cachetes tan regordetes como mi orgullo de pasearlo por las calles aledañas a su cuna. Mi esposa vibra con sus risas y sus llantos, con su respiración y sus movimientos. Y juntos llenamos cada espacio, nada sobra, lo que falta ya viene y todo es armonía.
Tengo tanto que escribir y tan poco que contar.
Un ciudadano llamado... Leo Meyer ...Muchas veces me pregunto quién soy para aquellos que me conocen...
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