Cuando me busques quiero que me encuentres.
Aquí estoy. Nunca me fui aún cuando lo intenté. Lo acepto como el pago por mis faltas. Jamás un castigo porque pensar en tí dibuja siempre una sonrisa.
Tus fotos y cartas estan ordenadas y guardadas esperando por su creadora. Y con ellas estoy yo. No quiero intervenir y por eso contengo la tentación de dejarte alguna señal que nos vuelva a conectar. Apenas este críptico mensaje en una botella.
Nuestra historia siempre fue única, sin forzar nada y así es como debe ser. Tal cual. Tan solo me preparo para esa oportunidad que sé que llegará en algún momento.
Aquí me quedo. En estas líneas, recordando a la chica de la jardinera verde que no supe cuidar y que me encantaría, al menos, volver a mirar a los ojos para sanar y suspirar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario