Dicen mis familiares que desde los 5 años andaba con una guitarra colgando para imitar cada vez que podía al cantante del momento: Albert Hammond. Que en cada cumpleaños, año nuevo o fiesta estaba ahí cantando "Échame a mi la culpa" y "Ansiedad".
Pero no fue hasta después de la muerte de mi padre que en realidad conocí quién era ese señor de pelo crespo que aparecía en la portada de uno de los únicos recuerdos que me dejó el viejito antes de partir, can la dedicatoria "Para mi hijo Leonardo de su Papá".
Crecí abrazando ese disco como si fuese la mano de mi padre.